Premios en Narrativa 2021. AULHA Internacional.

 1er premio 

 Juan Carlos Rodriguez 

 Argentina

CUANDO ENTREVISTÉ A DA VINCI

En el atardecer de la vida de Leonardo Da Vinci, tuve la ocasión de entrevistarlo. Yo trabajaba en una gaceta, de reciente aparición (hay que recordar que la imprenta tuvo su nacimiento en 1440, así que eran muy pocos los medios, llamados Canards, que se podían leer). Da Vinci fue una de las figuras más influyentes de la historia mundial. Su trabajo contribuyó en tantos campos del conocimiento que la mejor manera de describirlo es como un auténtico polímata, es decir, una persona con experiencia sobre diversas áreas de la ciencia y el arte. Fue a la vez pintor, anatomista, arquitecto, paleontólogo, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista.

Da Vinci nació en 1452 cerca de Vinci, en lo que hoy es la región italiana de Toscana. Su padre era el notario Messer Piero Da Vinci. Se cree que su madre era una campesina, sin embargo, algunos expertos creen que Caterina era en realidad una esclava propiedad de Messer Piero. Los padres de Da Vinci nunca se casaron. Y cuando su madre le tuvo, el joven Da Vinci vivió con ella hasta los 5 años y luego se mudó a la casa de su padre, quien se había casado con otra mujer.

Leonardo nunca recibió educación formal, pero eso no le impidió desarrollar sus propios métodos de estudio. Tenía un trastorno de déficit de atención y pocas veces terminaba sus proyectos, además era disléxico y escribía en espejo para dificultar la lectura de sus manuscritos. El había tenido un accidente cerebro vascular, pero sus habilidades lingüísticas quedaron intactas, por eso pudimos tener ese diálogo.

Me contó que llevó a cabo más de 30 autopsias en su vida, y que estaba obsesionado con la anatomía humana. Cuando lo entrevisté, estaba muy dolorido, y casi no podía trabajar. La mano derecha la tenía paralizada largas horas, algunos médicos decían que era por la enfermedad de Dupruyten, que provocaba contracciones en los dedos y deformación de la mano, y otros sostenían que era por una lesión nerviosa, llamada parálisis ulnar.

Yo no quería detenerme en hablar de sus cuadros más famosos, sino que quería indagar en aspectos menos conocidos de su vida.

SUS CUADROS, SUS INVENTOS

Así, me contó que a los 15 años, se convirtió en aprendiz del pintor Andrea de Verrochio en Florencia (Italia), y que después, se mudó de Florencia, donde comenzó a desarrollar muchos de sus famosos inventos de guerra. Luego pasó 17 años en Milán trabajando para el duque Sforza, inventando, pintando, esculpiendo, estudiando ciencias y concibiendo un sinfín de ideas innovadoras y atrevidas. Sin lugar a dudas, los 17 años que pasó en Milán fueron el período más productivo de Da Vinci.

Ese día me dijo que creía firmemente en que un día el hombre volaría por los cielos como lo hacen los pájaros, por este motivo inventó una máquina voladora, conocida como "ornitóptero", inspirada en el vuelo de las aves y murciélagos. De él conocemos muchas de sus obras de arte como: La Gioconda, La Última Cena, San Juan Bautista, etc. pero le hizo un notable aporte a la meteorología. Diseñó o mejoró una gran cantidad de artilugios de todo tipo, desde máquinas de guerra hasta objetos de uso cotidiano; incluso artefactos que en aquel tiempo parecían de ciencia ficción, como máquinas voladoras, carros automóviles o trajes submarinos. Ahí me enteré que la profundidad de sus

pinturas podría ser fruto de un defecto en la vista, una forma de estrabismo llamada exotropía, que habría inducido al artista a "desconectar" en algunos momentos el ojo desviado, que también caracteriza a su cuadro "La Gioconda". La charla la terminó él, señalando que estaba muy cansado.

Leonardo nunca se casó y tampoco tuvo hijos. El 23 de abril de 1519, enfermo desde hacía varios meses, redactó su testamento ante un notario de Amboise. Pidió un sacerdote para confesarse y recibir la extremaunción. Murió el 2 de mayo de 1519, en Cloux, a la edad de 67 años. Según su última voluntad, sesenta mendigos siguieron su séquito y fue enterrado en la capilla Saint-Hubert, en el recinto del castillo de Amboise.

Giacomo Grossi.

2do premio 

Nilda Scapacan

Argentina

Mi Pintura

No llegué a mi famosa Gioconda sin trabajar mucho, tuve que prepararme no bastó mi conocimiento en pintura, fui arquitecto de sus manos, paleontólogo de sus huesos, ingeniero de su mirada penetrante, inventor de su rostro expresivo, le dediqué horas de música a esa pintura y tuve que escribir el porqué lo hice.

Renacimiento Italiano época de artistas quise dejar una pequeña huella como pintor y tras muchos proyectos, tomé el pincel para dejar plasmadas mi obra maestra “ella”

Pasé por Milán trabajé para un duque, después de visitar Bolonia y Venecia, anclé en Francia invitado por un rey.

Creo que fui un filósofo humanista, muchos títulos en donde cada disciplina ponía el alma y el corazón. Hubo proyectos que no pudieron ser, pero hice progresar mucho el conocimiento en áreas de anatomía, la ingeniera civil, la óptica y la hidrodinámica.

Dejé mucha tarea para hacer, aunque restaurar mis obras no fue de gran placer para algunas generaciones de artistas que quisieron seguir mis pasos.

Me siento vivo en el retrato de La última cena, a pesar que fue hace años, todavía siento en el aire los aires franceses que le dieron fin, al comienzo de un tibio descanso del cual hoy estoy disfrutando.

Y para terminar mi escrito les dejo una linda frase:

“Los hombres geniales empiezan grandes obras, los hombres trabajadores las terminan

Libelula

 3er. premio

Ruben Saura   

Argentina

MI HUMILDE HOMENAJE

Leonardo no fue un adelantado a su época, pues no sabía qué sucedería después.

Fue un genio, con una mente brillante que tuvo la sabiduría de dejar sus ideas, sus creaciones, sus inventos, prolijamente detallados para que quedaran en el pensamiento universal y pudieran ser utilizados en el momento oportuno, por la persona indicada, en el lugar elegido.

Decir que él inventó el paracaídas, por ejemplo, sería quitarle mérito a quién lo hizo y como eso, muchísimas cosas más, que Leonardo PENSÓ y dejó anotadas en sus apuntes y al mismo tiempo en el inconsciente colectivo del universo.

Gracias maestro, por tanto, ojalá el mundo siga encontrando sus pensamientos y los de tantos otros genios que nos precedieron para poder, tal vez, hallar los tres elementos más importantes, necesarios y simples que le hacen falta a la humanidad: AMOR, PAZ Y FELICIDAD.

Ved un hijo