Raquel Alves Aristimuño
Originaria de Montevideo Uruguay. Es profesional en Auriculoterapeuta y Psicología Humanista. Artesana y escritora en el género de la poesía. Es miembro del Taller Alas, conducido por la profesora Ana Lucy Díaz. Miembro de la directiva de ERATO. Moderadora del equipo arte, cultura de los pueblos. Participó en varias Antologías, y en versos compartidos, así como su participación en varios concursos del interior y exterior. Ha obtenido varios premios en los años 2018 y 2019 y 2020
El amor es como una flor con su fragancia
Hace que el jardín, crezca y renazca en cada estación.
Con
solo mirarlas y olerlas nos cuentan su historia.
Son
nuestra inspiración a la poesía, en la seducción a la vida
que
nos alimenta el alma.
Sembrar
semillas en la tierra, te darán flores de ensueño y rosas
de
terciopelo.
La
felicidad florece desde lo más profundo de nuestro interior
como
la vida y el amor, es un jardín sin flores, que nace y crece.
Echando
esas raíces en momentos oscuros y volvemos a renacer.
Sin dejar escapar que esas flores hermosas se marchitan y caen
sus
hojas.
Su
perfume nos lleva a los sentimientos como una luz,
son
flores delicadas no pueden estar sin su riego por el agua y el sol
Como
el hombre no puede vivir sin su amor.
En
cada flor que se abre, nos recuerda que en esta tierra es dar frutos
de
amor y florecer en cada día.
Cristal Roto
(Dedicado a reflexionar sobre la violencia de género, ejercida en un
ámbito
de la convivencia entre parejas)
Aquel amor eterno que nos prometimos ante el altar, frente a Dios. Tú el gran hombre
enamorado, con su encanto al que todos amábamos.
Pasado el tiempo feliz de nuestras vidas, comenzaste a demostrar tu
verdadera
imagen, siendo yo tu prisionera.
¿Dónde quedo aquel amor romántico? qué paso a tristeza y a sometimiento
palabras mudas, bailar en silencio con las alas rotas.
Se inunda mi alma y un mar de pensamientos, de miedos, mentiras, que
pesan
el dolor que brota de mis entrañas.
Intento buscar una salida y no encuentro, tan solo siento el lamento en
mi garganta.
Me siento como una marioneta que se mueve a lo que dicta el amo o el gran
señor
bajo el miedo controlado, me quedo aislada en un rincón como un cristal
roto.
Fue una noche tormentosa caí en un cajón, cerrado me llevaron a un
destino inimaginable.
Donde el dueño cegó sus celos a quien un día juro amor.
Sin mirar aquellos pequeños ángeles quedan en la vida sin comprender los
motivos
Hagamos todas que nuestro destino cambie y no seamos las esclavas.
No permitamos que nadie sea dueño de nuestras vidas,
Somos creación no obsesión de nadie.
No permitamos nos controlen, ni maltrate, no seamos abusadas, somos
humanas.
Alcemos la voz, gritemos al mundo seamos fuerte
Ayudémonos unas a otras unidas, seremos más fuertes junto a nuestros
hijos.
A que ellos tengan una vida plena de alegrías con libertad para todas.
Debemos darnos nuestro valor somos la vida a procrear
Damos vida somos seres con amor.
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